sábado, 1 de diciembre de 2012
ANIVERSARIO CAMBIO DE SEXO.
La estrella de Hollywood
pionera del cambio de sexo
Chloe Hadjimatheou
BBC
Sábado, 1 de diciembre de 2012
De George a Christine. De soldado a actriz.
Sesenta años atrás, el 1º de diciembre de 1952, se anunció la noticia de
una pionera operación de cambio de sexo: la primera que implicó tanto una
cirugía como una terapia hormonal.
"¡Exsoldado se convierte en belleza rubia!", tituló un
periódico en Estados Unidos.
Un tranquilo chico de New York, George Jorgensen, sorprendió al país al
retornar de un viaje a Dinamarca transformado en la glamurosa Christine.
Una esbelta rubia de 27 años de edad bajó del avión envuelta en un
abrigo de piel, con largas pestañas y labios pintados de rojo, que revelaban
poco del tímido joven que había sido.
Jorgensen se crió en el Bronx. Era un niño feliz en una familia unida.
Pero como adolescente se convenció de que estaba atrapado en el cuerpo
equivocado.
"En fotografías de la época Jorgensen parece un hombre muy
homosexual, lo que habría sido un problema", dice Teit Ritzau, un médico
danés y director de documentales que conoció a Christine Jorgensen cuando hizo
una película sobre ella en los ochenta.
"El joven Jorgensen nunca se identificó a sí mismo con la
homosexualidad, sino más bien con una mujer que estaba en el cuerpo de un
hombre", explica.
En su autobiografía, Jorgensen dice que mientras seguía viviendo como
George, pese a sentirse atraída por hombres, se sentía enferma cuando un hombre
se le insinuaba.
"Estaba un poco nerviosa"
Tras la operación Jorgensen tuvo una carrera en Hollywood. Aquí aparece
con Roger Moore en 1960.
Pero a fines de los cuarenta, durante una breve temporada en el ejército
estadounidense, Jorgensen encontró un artículo sobre un médico danés, Christian
Hamburger, quien estaba experimentando con una terapia de género al probar
hormonas en animales.
Y empezó a creer que Hamburger le daría una solución a su problema.
Sus padres habían nacido en Dinamarca así que con conexiones familiares
que facilitaban justificar un viaje, en 1950 fue a Copenhague sin revelarle a
nadie sus verdaderas intenciones.
"Estaba un poco nerviosa porque había demasiada gente en ese
período que insistía que estaba loca", recordó Jorgensen en una entrevista
años después de su transformación.
"Pero el Dr.Hamburger no sentía que hubiera algo particularmene
extraño", agregó.
Hamburger fue el primer médico en diagnosticar a Jorgensen como
transexual.
El primer paso para convertirse en una mujer fue una larga serie de
hormonas femeninas. Hamburger animó a Jorgensen, por primera vez, a asumir una
identidad femenina y comenzar a vestirse como mujer en público.
Cuando las hormonas empezaron a surtir efecto, Hamburger notó los
cambios en su paciente.
"Estaba un poco nerviosa porque había demasiada gente en ese
período que insistía que estaba loca"
Christine Jorgensen
"La primera señal fue un aumento del tamaño de las glándulas
mamarias y luego comenzó a crecer cabello junto a la frente", dijo.
"Finalmente todo el cuerpo pasó de una forma masculina a una
femenina".
Jorgensen también fue evaluada por un psicólogo, el Dr. Georg Sturup,
quien aceptó su fuerte convicción de querer proceder con la cirugía.
Como resultado, Sturup solicitó con éxito al gobierno danés cambiar la
ley para permitir la castración para los fines de la operación.
Finalmente, tras más de un año de terapia hormonal, Jorgensen pasó por
el quirófano para la primera de una serie de operaciones para intentar cambiar
sus órganos genitales de hombre a mujer.
Lo que exactamente se hizo durante estas operaciones no está claro, pero
es probable que el Dr. Hamburger y su equipo siguieron el ejemplo establecido
por un grupo de cirujanos varias décadas antes.
El primer intento de una operación moderna de cambio de sexo
probablemente tuvo lugar en Berlín en los treinta en un paciente conocido como
Lili Elbe.
La operación fracasó y Elbe murió como resultado de la última de sus
operaciones, pero las notas médicas del experimento sirvieron como punto de
partida para el equipo danés.
Satisfecha y aceptada
Hoy en día la cirugía de reasignación sexual consiste en hacer una
incisión en el escroto y tirar de las terminaciones nerviosas del pene en el
interior del cuerpo para diseñar una vagina, pero esta forma de cirugía no fue
inventada hasta varios años después de la operación de Jorgensen.
"Todos son de ambos sexos en distintos grados. Yo soy más una mujer
que un hombre (...) Por supuesto que no puedo tener hijos, pero eso no quiere
decir que no puedo tener relaciones sexuales naturales. Estoy en la posición de
una mujer que ha tenido una histerectomía"
Christine Jorgensen
"Al parecer, la cirugía fue lo suficientemente exitosa para que
Jorgensen se sintiera satisfecha", dice el documentalista Teit Ritzau.
"No parece haberse registrado ninguna complicación ni efectos
secundarios del tratamiento, lo cual es bastante sorprendente cuando se piensa
en lo primitivo de las cosas en ese momento", agrega.
Christine Jorgensen se negó a detallar su nueva anatomía, ni qué tanto
se parecía a la de una mujer, pero en entrevistas hizo referencias generales al
tema.
"Todos son de ambos sexos en distintos grados. Yo soy más una mujer
que un hombre (...) Por supuesto que no puedo tener hijos, pero eso no quiere
decir que no puedo tener relaciones sexuales naturales. Estoy en la posición de
una mujer que ha tenido una histerectomía", dijo en 1958.
Tras el procedimiento, Christine escribió a sus padres en Nueva York:
"La naturaleza ha cometido un error que he corregido, y ahora soy su
hija".
Su familia parece haber sido muy comprensiva. Dijo que su madre siempre
había sabido que su hijo era diferente.
Su carrera en Hollywood
A su regreso a Estados Unidos, Jorgensen fue recibida con curiosidad,
fascinación y respeto tanto por los medios de comunicación como por el público.
Hubo relativamente poca hostilidad.
Hollywood la adoptó. Los contratos de teatro y cine comenzaron a llegar,
era invitada a todas las fiestas más glamurosas e incluso fue coronada como
Mujer del Año por la Sociedad Escandinava en Nueva York.
"Creo que todos querían echar un vistazo", aseguró Jorgensen.
A lo largo de los sesenta y setenta tuvo una vida cómoda, iba de gira
por el país cantando y haciendo imitaciones en su propio show.
Tuvo menos éxito en su vida
personal. Su primera relación seria se rompió poco después del compromiso. La
siguiente llegó hasta la oficina de registro
sábado, 3 de noviembre de 2012
La era del cine porno mudo
Juanjo Robledo
BBC Mundo, Madrid
Eran años en los que
un cuello o un tobillo desnudo despertaban mil y una fantasías eróticas. Eran
los años veinte, cuando el cine mudo y Charles Chaplin estaban en su esplendor
pero en el subsuelo se producían las primeras películas pornográficas.
Europa salía de la Primera Guerra
Mundial y la burguesía buscaba opciones de ocio.
Ahora en curso de la Universidad
Complutense de Madrid revisa esas páginas ocultas del séptimo arte.
"La industria pornográfica era
casi inexistente y clandestina. Entre sus clientes había nobles y personas con
dinero que apoyaban la producción de estos cortometrajes. En España, por ejemplo,
el rey Alfonso XIII a través del Conde de Romanones. Las actrices eran
prostitutas y las escenas se exhibían en burdeles exclusivos", señala el
critico de cine Juan Pando, quien participa en el curso Palabras de cine mudo.
Los actores y actrices no eran
musculados y voluptuosos como en la actualidad.
El concepto de belleza era diferente
y las temáticas tenían que ver muchas veces con la religión en el caso europeo
y con situaciones cotidianas en el estadounidense.
Conexión latina
El Confesor, una de las pocas
películas españolas que se conserva de la época, escenifica a un cura que se
dedica a manosear a sus feligresas.
Se cree que en Buenos Aires,
Argentina, se capitalizó la producción clandestina pero se considera que el
cine porno nació en Francia como el cine, cinco minutos después.
Paco Gisbert, experto
en pornografía
"La mayoría de las actrices
eran orondas señoras y los caballeros presentaban un aspecto escuálido, casi
desnutrido. A comienzos del siglo XX las incipientes escenas de cine erótico se
distribuían clandestinamente en Europa porque se consideraban ilegales. Se cree
que en Buenos Aires, Argentina, se capitalizó la producción clandestina pero se
considera que el cine porno nació en Francia como el cine, cinco minutos
después", detalla el experto en pornografía, Paco Gisbert.
La primera película pornográfica
(exceptuando las escenas eróticas de los primeros años) de la que se conoce
fecha es la francesa A L'Ecu d'Or ou la bonne auberge (El buen
albergue) de 1908 que narra el encuentro de un soldado y una doncella en un
albergue.
La argentina El Sartario,
que se centra en los juegos eróticos de un demonio y una ninfa, podría ser
incluso más antigua, de 1907.
Estilos diferentes
primeras películas porno eran clandestinas y las
actrices prostitutas.
Durante los años veinte el porno
mudo se expandió por Europa y Estados Unidos. En Francia se le conocía como
"cinema polisson" (cine atrevido) o películas azules que eran
proyectadas en burdeles o distribuidas entre clientes adinerados de todo el
mundo.
Siempre clandestinamente porque
había pena de prisión a quien produjera o estuviera viendo este tipo de
películas
"En Estados Unidos estos
cortometrajes recibieron el nombre de "smokers" (fumadores), ya que
se exhibian en clubes privados donde además se fumaba opio. Más adelante se les
llamó "stag films" (despedidas de solteros)", comenta Gisbert.
En cuanto a las temáticas, los
estilos de ambos lados del Atlántico eran diferentes.
"En el caso de España había
muchas sotanas y hábitos, engaños de pareja, relaciones con el personal de
servicio. Era una forma de rebelión frente a las fuertes creencias católicas de
la España de los años 20", subraya Pando.
El caso francés no estaba alejado
del español pero la perversión iba más allá. EnL’abbé Bitt au couvent (El
abad Bitt en el convento), un corto de cinco minutos, dos monjas se besan
apasionadamente mientras un monje les espía. De repente el abad sorprende al
monje y comienza a penetrarle.
"En los filmes franceses la
ruptura de conceptos como el sacerdocio y el celibato se incrementa
introduciendo escenas de vouyerismo, relaciones homosexuales, múltiples y hasta
zoofilia como elementos generadores de morbosidad", explica Ferando Sanz
Ferreruela, profesor de historia del arte de la Universidad de Zaragoza.
Porno mudo
norteamericano
"Al contrario que en
Europa", aclara Pando, "en Estados Unidos las películas porno no
incluían el tema religioso. Las historias se desarrollaban al aire libre, en
espacios abiertos por la misma capacidad técnica que tenían se mostraba el sexo
como una forma inocente de diversión".
El corto Buried Treasure (El Tesoro
escondido) cuenta la historia de un hombrecillo esclavizado por los impulsos de
su pene que le empuja hacia un tesoro. Seguramente es una obra provocativa y
gamberra de los primeros años de Hollywood.
Paco Gisbert, experto
en pornografía
El porno mudo norteamericano, lleno
de intertítulos como las películas de Chaplin, aprovecha situaciones cotidianas
como la visita de un médico o del fontanero, un clásico en el cine porno.
"Además utiliza espacios
naturales, bosques o la playa. En el corto On the beach (En la
playa), un mirón termina teniendo sexo con tres chicas", señala Gisbert.
Desde aquellos años la industria del
porno se ha desbordado a tal punto que durante algunos años ha llegado a tener
más ganancias que el cine convencional.
Para Gisbert la obra maestra del
cine porno mudo es un film de dibujos animados, Buried Treasure (El
Tesoro escondido), que algunos historiadores han llegado a atribuir a Walter
Lanz, el creador de El pájaro loco o a los creadores de El gato Félix.
"El corto cuenta la historia de
un hombrecillo esclavizado por los impulsos de su pene que le empuja hacia un
tesoro. Seguramente es una obra provocativa y gamberra de los primeros años de
Hollywood", anota.
30 años de cine porno
brasileño: de ayer a hoy
Gerardo Lissardy
BBC Mundo, Brasil
Las mujeres podían tener algún kilo de más, los hombres prominentes
barrigas, los pubis depilados eran extraños, las voces y gemidos de placer se
doblaban, y las escenas más fuertes parecían casuales: la primera película
porno brasileña cumple 30 años y muchos la evocan con nostalgia.
"Cosas eróticas", del director ítalo-brasileño Raffaele Rossi,
fue el debut de Brasil en el cine de sexo explícito, una industria nacional que
se reinventó, ganó fama mundial y movió fortunas, pero hoy está en crisis.
·
Dos libros, un documental y artículos en medios locales recuerdan el
estreno del filme en 1982, aún en dictadura militar brasileña, que atrajo más
de 4,5 millones de personas a las salas y hoy es visto como tímido.
"Nuestro primer filme pornográfico es bastante inocente", le dice
Hugo Moura, autor junto a Denise Godinho del libro "Cosas eróticas-la
historia nunca contada de la primera vez del cine nacional", a BBC Mundo.
Hay quienes creen que el contraste entre el día y la noche entre las
películas de sexo explícito brasileñas del pasado y las actuales es una señal
peculiar de los cambios sociales, culturales y políticos que tuvo este país.
Pero, ¿en qué se diferencian exactamente las cintas porno brasileñas de ayer y
hoy?
"Del día a día"
"Cosas eróticas" fue una derivación de las denominadas
"pornochanchadas", un género brasileño de comedias picantes con
contenido erótico pero sin sexo explícito.
Algo que no ha cambiado, entre el pasado y el presente, es la tendencia a mostrar
a las mujeres como objetos sexuales.
Concebidas en un área de producción de Sao Paulo llamada "Boca do
Lixo" (Boca de basura), esas cintas fueron populares en el Brasil de los
'70, cuando en Estados Unidos hacía furor el clásico porno "Garganta profunda".
El filme de Rossi canalizó así una demanda insatisfecha en este país por
producciones sin tapujos, pero su formato con tres historias separadas tenía la
misma estructura de las "pornochanchadas".
Moura explicó que se trató más bien de una comedia de costumbres, donde las
penetraciones se mostraban con menos luz que en las películas porno de la
actualidad y el sexo oral con mayor distancia.
"Es un filme que muestra bien el sexo del día a día, que se practica
en casa", asegura Moura, quien también realizó con Godinho un documental
sobre el tema.
"Cuerpo popular"
Parte de esas diferencias se deben a la censura que imponían los militares
en el gobierno de Brasil, que obligaban a enviar todas las películas a Brasilia
para pasar por la tijera del régimen.
"Brasil producía muchos filmes, porque tenía un contenido que
interesaba al mundo entero: el material humano brasileño, la mujer brasileña,
interesa mucho afuera"
Evaldo Shiroma, de la Associación Brasileña de Empresas del Mercado Erótico
El diario O Globo recordó recientemente
que el entonces presidente João Baptista Figueiredo llegó a denunciar en aquel
momento que "la obscenidad y la pornografía se infiltraron por todos
lados".
Pero el filme también refleja los "estereotipos de belleza" de la
época, explica Moura.
"'Cosas eróticas' asumió el cuerpo popular de Brasil y las películas
de hoy quieren cuerpos perfectos", dice.
Por la falta de estudio donde grabar banda sonora, la película incluyó un
tema del filme "Tiburón" de Steven Spielberg y por la falta de
tecnología para captar imagen y audio a la vez, el sonido era doblado luego,
relata el libro.
Una de las voces de los actores, precisa, fue grabada por el mismo actor
que doblaba a Pedro Picapiedras, lo que sorprendía a muchos en las salas.
"La importancia de 'Cosas eróticas' no es estética, es
sociológica", escribe André Barcinski, un crítico de Folha de Sao Paulo
que piensa que el filme es de mala calidad.
"Aquella picardía"
El estreno en 1982, aún en dictadura militar brasileña, atrajo más de 4,5
millones de personas a las salas.
Claudio Cunha, un brasileño que en 1984 dirigió "Oh! Rebuceteio",
un clásico local del género de sexo explícito, indicó que una diferencia con la
actualidad era la preocupación por el guión.
"Los objetivos eran diferentes", le dice a BBC Mundo.
"Mi intención era contar una historia en tono de surrealismo".
A su juicio aquel cine porno "terminó pasando a los llamados filmes de
motel, donde la escena de sexo es mostrada exhaustivamente".
"Se perdió aquel tono divertido, aquella picardía que tenía el cine
brasileño", agrega.
En procura de mantener su capacidad de sorpresa, el cine porno brasileño
comenzó a reinventarse con escenas cada vez más insólitas, incluidos actos de
zoofilia.
No obstante, algo que no ha cambiado en los filmes de este tipo del pasado
y actuales es la tendencia a mostrar a las mujeres como objetos sexuales.
"Camino cierto"
Evaldo Shiroma, de la Associación Brasileña de Empresas del Mercado Erótico
(ABEME) señala que entre 2001 y 2002 ocurrió el auge género en Brasil, que
comenzó a competir de igual a igual con Europa.
"Brasil producía muchos filmes, porque tenía un contenido que
interesaba al mundo entero: el material humano brasileño, la mujer brasileña,
interesa mucho afuera", señala.
En aquellos años movilizaron hasta US$500 millones por año, sostuvo, pero
actualmente la industria está en crisis y apenas involucra unos US$50 millones.
Shiroma indica que la caída se debe a factores como la piratería y la
irrupción de internet, que forzaron el cierre de varias productoras.
Pero otros como Cunha creen que el problema fue haber pasado a "lo
explícito por explícito", alejándose de la fuente original que hizo popular
el género.
"Con las 'pornochanchadas'", dijo, "estábamos en el camino
cierto".
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