sábado, 3 de noviembre de 2012
La era del cine porno mudo
Juanjo Robledo
BBC Mundo, Madrid
Eran años en los que
un cuello o un tobillo desnudo despertaban mil y una fantasías eróticas. Eran
los años veinte, cuando el cine mudo y Charles Chaplin estaban en su esplendor
pero en el subsuelo se producían las primeras películas pornográficas.
Europa salía de la Primera Guerra
Mundial y la burguesía buscaba opciones de ocio.
Ahora en curso de la Universidad
Complutense de Madrid revisa esas páginas ocultas del séptimo arte.
"La industria pornográfica era
casi inexistente y clandestina. Entre sus clientes había nobles y personas con
dinero que apoyaban la producción de estos cortometrajes. En España, por ejemplo,
el rey Alfonso XIII a través del Conde de Romanones. Las actrices eran
prostitutas y las escenas se exhibían en burdeles exclusivos", señala el
critico de cine Juan Pando, quien participa en el curso Palabras de cine mudo.
Los actores y actrices no eran
musculados y voluptuosos como en la actualidad.
El concepto de belleza era diferente
y las temáticas tenían que ver muchas veces con la religión en el caso europeo
y con situaciones cotidianas en el estadounidense.
Conexión latina
El Confesor, una de las pocas
películas españolas que se conserva de la época, escenifica a un cura que se
dedica a manosear a sus feligresas.
Se cree que en Buenos Aires,
Argentina, se capitalizó la producción clandestina pero se considera que el
cine porno nació en Francia como el cine, cinco minutos después.
Paco Gisbert, experto
en pornografía
"La mayoría de las actrices
eran orondas señoras y los caballeros presentaban un aspecto escuálido, casi
desnutrido. A comienzos del siglo XX las incipientes escenas de cine erótico se
distribuían clandestinamente en Europa porque se consideraban ilegales. Se cree
que en Buenos Aires, Argentina, se capitalizó la producción clandestina pero se
considera que el cine porno nació en Francia como el cine, cinco minutos
después", detalla el experto en pornografía, Paco Gisbert.
La primera película pornográfica
(exceptuando las escenas eróticas de los primeros años) de la que se conoce
fecha es la francesa A L'Ecu d'Or ou la bonne auberge (El buen
albergue) de 1908 que narra el encuentro de un soldado y una doncella en un
albergue.
La argentina El Sartario,
que se centra en los juegos eróticos de un demonio y una ninfa, podría ser
incluso más antigua, de 1907.
Estilos diferentes
primeras películas porno eran clandestinas y las
actrices prostitutas.
Durante los años veinte el porno
mudo se expandió por Europa y Estados Unidos. En Francia se le conocía como
"cinema polisson" (cine atrevido) o películas azules que eran
proyectadas en burdeles o distribuidas entre clientes adinerados de todo el
mundo.
Siempre clandestinamente porque
había pena de prisión a quien produjera o estuviera viendo este tipo de
películas
"En Estados Unidos estos
cortometrajes recibieron el nombre de "smokers" (fumadores), ya que
se exhibian en clubes privados donde además se fumaba opio. Más adelante se les
llamó "stag films" (despedidas de solteros)", comenta Gisbert.
En cuanto a las temáticas, los
estilos de ambos lados del Atlántico eran diferentes.
"En el caso de España había
muchas sotanas y hábitos, engaños de pareja, relaciones con el personal de
servicio. Era una forma de rebelión frente a las fuertes creencias católicas de
la España de los años 20", subraya Pando.
El caso francés no estaba alejado
del español pero la perversión iba más allá. EnL’abbé Bitt au couvent (El
abad Bitt en el convento), un corto de cinco minutos, dos monjas se besan
apasionadamente mientras un monje les espía. De repente el abad sorprende al
monje y comienza a penetrarle.
"En los filmes franceses la
ruptura de conceptos como el sacerdocio y el celibato se incrementa
introduciendo escenas de vouyerismo, relaciones homosexuales, múltiples y hasta
zoofilia como elementos generadores de morbosidad", explica Ferando Sanz
Ferreruela, profesor de historia del arte de la Universidad de Zaragoza.
Porno mudo
norteamericano
"Al contrario que en
Europa", aclara Pando, "en Estados Unidos las películas porno no
incluían el tema religioso. Las historias se desarrollaban al aire libre, en
espacios abiertos por la misma capacidad técnica que tenían se mostraba el sexo
como una forma inocente de diversión".
El corto Buried Treasure (El Tesoro
escondido) cuenta la historia de un hombrecillo esclavizado por los impulsos de
su pene que le empuja hacia un tesoro. Seguramente es una obra provocativa y
gamberra de los primeros años de Hollywood.
Paco Gisbert, experto
en pornografía
El porno mudo norteamericano, lleno
de intertítulos como las películas de Chaplin, aprovecha situaciones cotidianas
como la visita de un médico o del fontanero, un clásico en el cine porno.
"Además utiliza espacios
naturales, bosques o la playa. En el corto On the beach (En la
playa), un mirón termina teniendo sexo con tres chicas", señala Gisbert.
Desde aquellos años la industria del
porno se ha desbordado a tal punto que durante algunos años ha llegado a tener
más ganancias que el cine convencional.
Para Gisbert la obra maestra del
cine porno mudo es un film de dibujos animados, Buried Treasure (El
Tesoro escondido), que algunos historiadores han llegado a atribuir a Walter
Lanz, el creador de El pájaro loco o a los creadores de El gato Félix.
"El corto cuenta la historia de
un hombrecillo esclavizado por los impulsos de su pene que le empuja hacia un
tesoro. Seguramente es una obra provocativa y gamberra de los primeros años de
Hollywood", anota.
30 años de cine porno
brasileño: de ayer a hoy
Gerardo Lissardy
BBC Mundo, Brasil
Las mujeres podían tener algún kilo de más, los hombres prominentes
barrigas, los pubis depilados eran extraños, las voces y gemidos de placer se
doblaban, y las escenas más fuertes parecían casuales: la primera película
porno brasileña cumple 30 años y muchos la evocan con nostalgia.
"Cosas eróticas", del director ítalo-brasileño Raffaele Rossi,
fue el debut de Brasil en el cine de sexo explícito, una industria nacional que
se reinventó, ganó fama mundial y movió fortunas, pero hoy está en crisis.
·
Dos libros, un documental y artículos en medios locales recuerdan el
estreno del filme en 1982, aún en dictadura militar brasileña, que atrajo más
de 4,5 millones de personas a las salas y hoy es visto como tímido.
"Nuestro primer filme pornográfico es bastante inocente", le dice
Hugo Moura, autor junto a Denise Godinho del libro "Cosas eróticas-la
historia nunca contada de la primera vez del cine nacional", a BBC Mundo.
Hay quienes creen que el contraste entre el día y la noche entre las
películas de sexo explícito brasileñas del pasado y las actuales es una señal
peculiar de los cambios sociales, culturales y políticos que tuvo este país.
Pero, ¿en qué se diferencian exactamente las cintas porno brasileñas de ayer y
hoy?
"Del día a día"
"Cosas eróticas" fue una derivación de las denominadas
"pornochanchadas", un género brasileño de comedias picantes con
contenido erótico pero sin sexo explícito.
Algo que no ha cambiado, entre el pasado y el presente, es la tendencia a mostrar
a las mujeres como objetos sexuales.
Concebidas en un área de producción de Sao Paulo llamada "Boca do
Lixo" (Boca de basura), esas cintas fueron populares en el Brasil de los
'70, cuando en Estados Unidos hacía furor el clásico porno "Garganta profunda".
El filme de Rossi canalizó así una demanda insatisfecha en este país por
producciones sin tapujos, pero su formato con tres historias separadas tenía la
misma estructura de las "pornochanchadas".
Moura explicó que se trató más bien de una comedia de costumbres, donde las
penetraciones se mostraban con menos luz que en las películas porno de la
actualidad y el sexo oral con mayor distancia.
"Es un filme que muestra bien el sexo del día a día, que se practica
en casa", asegura Moura, quien también realizó con Godinho un documental
sobre el tema.
"Cuerpo popular"
Parte de esas diferencias se deben a la censura que imponían los militares
en el gobierno de Brasil, que obligaban a enviar todas las películas a Brasilia
para pasar por la tijera del régimen.
"Brasil producía muchos filmes, porque tenía un contenido que
interesaba al mundo entero: el material humano brasileño, la mujer brasileña,
interesa mucho afuera"
Evaldo Shiroma, de la Associación Brasileña de Empresas del Mercado Erótico
El diario O Globo recordó recientemente
que el entonces presidente João Baptista Figueiredo llegó a denunciar en aquel
momento que "la obscenidad y la pornografía se infiltraron por todos
lados".
Pero el filme también refleja los "estereotipos de belleza" de la
época, explica Moura.
"'Cosas eróticas' asumió el cuerpo popular de Brasil y las películas
de hoy quieren cuerpos perfectos", dice.
Por la falta de estudio donde grabar banda sonora, la película incluyó un
tema del filme "Tiburón" de Steven Spielberg y por la falta de
tecnología para captar imagen y audio a la vez, el sonido era doblado luego,
relata el libro.
Una de las voces de los actores, precisa, fue grabada por el mismo actor
que doblaba a Pedro Picapiedras, lo que sorprendía a muchos en las salas.
"La importancia de 'Cosas eróticas' no es estética, es
sociológica", escribe André Barcinski, un crítico de Folha de Sao Paulo
que piensa que el filme es de mala calidad.
"Aquella picardía"
El estreno en 1982, aún en dictadura militar brasileña, atrajo más de 4,5
millones de personas a las salas.
Claudio Cunha, un brasileño que en 1984 dirigió "Oh! Rebuceteio",
un clásico local del género de sexo explícito, indicó que una diferencia con la
actualidad era la preocupación por el guión.
"Los objetivos eran diferentes", le dice a BBC Mundo.
"Mi intención era contar una historia en tono de surrealismo".
A su juicio aquel cine porno "terminó pasando a los llamados filmes de
motel, donde la escena de sexo es mostrada exhaustivamente".
"Se perdió aquel tono divertido, aquella picardía que tenía el cine
brasileño", agrega.
En procura de mantener su capacidad de sorpresa, el cine porno brasileño
comenzó a reinventarse con escenas cada vez más insólitas, incluidos actos de
zoofilia.
No obstante, algo que no ha cambiado en los filmes de este tipo del pasado
y actuales es la tendencia a mostrar a las mujeres como objetos sexuales.
"Camino cierto"
Evaldo Shiroma, de la Associación Brasileña de Empresas del Mercado Erótico
(ABEME) señala que entre 2001 y 2002 ocurrió el auge género en Brasil, que
comenzó a competir de igual a igual con Europa.
"Brasil producía muchos filmes, porque tenía un contenido que
interesaba al mundo entero: el material humano brasileño, la mujer brasileña,
interesa mucho afuera", señala.
En aquellos años movilizaron hasta US$500 millones por año, sostuvo, pero
actualmente la industria está en crisis y apenas involucra unos US$50 millones.
Shiroma indica que la caída se debe a factores como la piratería y la
irrupción de internet, que forzaron el cierre de varias productoras.
Pero otros como Cunha creen que el problema fue haber pasado a "lo
explícito por explícito", alejándose de la fuente original que hizo popular
el género.
"Con las 'pornochanchadas'", dijo, "estábamos en el camino
cierto".
EL RIESGO DE CREER QUE EL PORNO SEXO ES NORMAL
El riesgo de creer que el
porno es sexo normal
Vanessa Barford y Nomia Iqbal
BBC
Los jóvenes tienen cada vez más acceso a imágenes sexuales y pornográficas.
Muchos adolescentes miran pornografía. Ocurrió en el pasado, sucede en el
presente y seguirá pasando en el futuro. Pero ¿este material les da una visión
distorsionada sobre las relaciones sexuales? ¿Hay algo que se pueda hacer al
respecto?
Para muchos padres, la idea de que sus hijos observan o están expuestos a
pornografía en internet es una pesadilla.
Pero con el acceso a la tecnología y la proliferación de teléfonos
inteligentes, tabletas u otros dispositivos, son muchos que han decidido mirar
hacia al lado y aceptar lo inevitable.
No hay una estadística clara sobre cuántos jóvenes acceden a pornografía en
la red, o qué frecuente lo hacen.
En 2011, un estudio impulsado por la Unión Europea reveló que un cuarto de
los niños y adolescentes entre 9 y 16 años de edad han visto imágenes sexuales
y sólo un 11% lo ha hecho en páginas web.
La cifra aumenta a medida que van creciendo y un tercio de los jóvenes de
16 a 18 años han visto fotos sexuales en sus celulares en la escuela, varias
veces al mes.
Objeto de estudio
La Asociación Nacional de Directores de Colegios en Reino Unido está
haciendo un llamado para que los niños sean enseñados, "de una forma
apropiada a su edad", sobre el impacto de la pornografía como parte del
programa de estudios nacional. Así, desde los 10 años, los niños podrán
aprender sobre la seguridad en internet y serán prevenidos sobre el contenido,
mientras que los adolescentes tendrán una explicación más detallada.
Frente a la computadora
·
75% de los jóvenes en edad escolar tienen su propia computadora.
·
Dos tercios de los niños de siete a 16 años tienen acceso a internet en su
habitación.
·
Este grupo utiliza internet dos horas al día, cinco días a las semana en
promedio.
Fuente: Informe Childwise Monitor Trends 2012
"Los niños están creciendo en un mundo claramente sexualizado y parte
de ello se debe al fácil acceso que tienen a pornografía en internet. Ellos
necesitan la habilidad para lidiar con eso", advirtió el asesor de la
policía Sion Humphreys.
Lo que más preocupa es que los jóvenes conducirán sus vidas personales, y
en especial sus vidas sexuales de adultos, de acuerdo a lo que ellos han visto.
En otras palabras, que la pornografía no muestra un sexo normal.
Cindy Gallop, una ejecutiva de la industria de la publicidad que se
convirtió en una empresaria de la web, creó una página en la que compara el
sexo en el "mundo pornográfico" con el "mundo real".
Gallop, quien habló sobre este tema en la conferencia TED en 2009, se
refirió a que la "omnipresencia, la libertad de acceso a la pornografía
online, combinado con la renuencia de la sociedad de hablar de sexo", ha
derivado en que "el porno se ha convertido en la educación sexual por
defecto".
Algunos analistas han resaltado como la apariencia y el estilo del mundo de
la pornografía se ha popularizado, como sucede con "el estilo brasileño de
depilación, que ahora considerado normal por muchos en Estados Unidos y en el
Reino Unido".
Un informe del Ministerio del Interior del Reino Unido en 2010 advirtió
sobre la lenta, pero constante exposición de los jóvenes a imágenes sexuales,
incluyendo pornografía, lo que distorsiona su percepción sobre ellos mismos,
alentando a los hombres a ser más machistas y dominantes y a las mujeres a
mostrarse más "permisivas y disponibles".
Puntos de vista
Rebecca, de 17 años, dice que la pornografía le cambia las expectativas a
los chicos de cómo deben lucir las chicas. "Pelo largo, grandes tetas,
culo grande. Si yo tuviera el pelo corto, los chicos preguntarían ¿por qué el
pelo corto? Deberías dejarlo crecer".
La pornografía cambia la percepción de hombre y mujeres frente al sexo.
Una experiencia similar fue la de Karen, de 20 años. Ella cuenta que cuando
16 años, su novio y sus amigos veían pornografía en internet "como si
fuera un pasatiempo". Ella dice que su novio solía verlo delante de ella, copiando
lo que veía.
"Pensé que había algo malo en mí por no disfrutarlo", dice ella.
Una encuesta de personas entre 16-24 años de edad, llevada a cabo por la
Universidad de Plymouth y el Centro por un Internet más Seguro en el Reino
Unido encontró que uno de cada tres admitió que la pornografía había afectado
sus relaciones.
Pero encontrar una prueba concluyente sobre el cambio que produce en el
comportamiento sexual entre los adolescentes es difícil de conseguir.
Por el momento, la enseñanza sobre el sexo y las relaciones no es
obligatoria en Inglaterra, a diferencia de otras partes del Reino Unido, aunque
forma parte del programa de estudios nacional.
Las escuelas secundarias dan clases de biología, pero depende de cada una
de ellas como imparten la parte del sexo y los padres tienen el derecho de
retirar a sus hijos de cualquier educación sexual.
Muchos padres han aceptado el inevitable acceso de sus hijos a internet.
Hodge Leonie, de la organización de caridad Family Lives, ha enseñado a más
de 7.000 estudiantes sobre el tema. Leonie es una firme creyente de que los
niños tienen que aprender la diferencia entre la pornografía y la realidad y
que ya no es pertinente hablar nada más de "cómo se hace un bebé".
"Los adolescentes son bombardeados con pornografía desde una edad
temprana y no pueden escapar de ella. Es condescendiente pretender que ellos no
puede hacer frente a las clases porque claro que pueden."
Sin embargo, la Unión Nacional de Profesores considera que las clases sobre
pornografía es un paso demasiado grande y que sólo se debe hablar si el
estudiante lo pide.
Pero, además de enseñar a los niños sobre el impacto de la pornografía,
Gallop piensa que también que los padres deben tener un diálogo más abierto con
sus hijos.
"La clave es no avergonzarse o decir algo así como 'las chicas buenas
no hacen eso', y no importa si el niño no quiere escuchar, lo crucial es
mantener la línea de comunicación abierta", dice ella.
Siobhan Freegard, co-fundadora de Netmums, una página dedica al cuidado de
los hijos, dice que el tema de la pornografía en internet aparece regularmente
en los foros, y hay una creencia generalizada entre las madres que proteger a
sus hijos de ella, o educarlos al respecto, es responsabilidad de los padres.
"Puede ser un campo minado ya que muchos no saben qué hacer ni qué
decir. Por ejemplo, una madre soltera tal vez tenga problemas con hijos
adolescentes, mientras un padre soltero no sabría cómo abordar el tema con su
hija. En hogares muy tradicionales podría, sencillamente, no hablarse del
tema".
"La solución ideal sería que las escuelas y los padres para trabajen
juntos", es su conclusión.
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